Este estudio recoge 22 propuestas de mejora para el abordaje ideal de la artritis reumatoide.

El proyecto SROI-AR, desarrollado por Weber, con la colaboración de la Coordinadora Nacional de Artritis (ConArtritis) y promovido por Lilly, ha reunido a un grupo multidisciplinar de expertos en artritis reumatoide para definir un abordaje ideal de esta enfermedad dentro del Sistema Nacional de Salud que favorezca las expectativas y la calidad de vida de las personas. El informe ha evaluado el impacto clínico, asistencial, económico y social del abordaje ideal de la artritis reumatoide en comparación con el abordaje actual e incluye 22 propuestas de mejora divididas en tres categorías (diagnóstico, artritis reumatoide precoz y artritis reumatoide establecida) que, de implementarse, apunta Álvaro Hidalgo-Vega, presidente de la Fundación Weber, “obtendrían un retorno social muy positivo: por cada euro invertido en este abordaje, se conseguirían 3,16 euros de retorno social”.

 

En términos absolutos, el retorno social que se obtendría con la implementación de estas 22 propuestas ascendería a 913 millones de euros, una cifra que triplica la inversión necesaria para su puesta en marcha, que es de 289 millones de euros. Además, se ha evaluado la viabilidad y la rentabilidad de cada una de estas 22 propuestas con gestores de las distintas comunidades autónomas. “Se les han presentado las medidas para conocer en qué grado estas medidas estaban implantadas y/o eran implementables en su comunidad”, ha explicado Hidalgo-Vega.

 

Conjunto de 22 propuestas de mejora

Las propuestas para una mejora del abordaje de la AR suman un total de 22, distribuidas entre el área de diagnóstico (5 medidas), en pacientes con menos de 2 años desde el diagnóstico (7 medidas) y en pacientes con 2 o más años desde el diagnóstico (10 medidas). Puedes ver la infografía con las las propuestas pulsando aquí.

Las propuestas enmarcadas en el área de diagnóstico apuntan a una detección precoz, mediante la formación en los síntomas dirigida a medicina de atención primaria y a urgencias, así como la implementación de rutas de acceso rápido desde atención primaria y atención especializada a reumatología. Además, incluye atención psicológica para todos los pacientes tras el diagnóstico.

En este sentido, la Dra. Rosario García de Vicuña, jefa del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario de la Princesa, destaca que “la atención psicológica es una de las mayores carencias y el estado anímico de la persona es uno de los motivos más frecuentes de fracaso terapéutico, por lo que creo que se debería realizar una valoración psicológica a todos los pacientes con artritis reumatoide, al menos al inicio”, ha apuntado. Además, la Dra. García de Vicuña, que ha participado en el planteamiento de estas 22 propuestas, ha subrayado que el bienestar psicológico del paciente debería ser uno de los objetivos de tratamiento en artritis reumatoide.

En las dos siguientes categorías, el abordaje de la artritis reumatoide en una fase precoz (con dos años o menos de evolución desde el diagnóstico) y el abordaje de la artritis reumatoide en una fase avanzada (a partir de los dos años desde el diagnóstico), la Dra. García de Vicuña ha destacado la importancia de las consultas de artritis precoz y la puesta en marcha de consultas de enfermería propias para la atención de los  pacientes. “Cada vez hay más evidencia de la eficiencia de estas consultas, que sirven para realizar una valoración holística de las necesidades del paciente y además realizan una labor de coordinación muy importante con otros profesionales y con los cuidadores”, ha explicado.

Además, añade, estas consultas de enfermería podrían resultar esenciales también para la puesta en marcha de otra de las propuestas como el control estrecho de los síntomas para conseguir los mejores resultados de forma segura, favorecer la accesibilidad al especialista de pacientes sin cita cuando experimenten un brote de su enfermedad, y la educación y empoderamiento del paciente.

Otra de las medidas novedosas que plantea el proyecto es el fomento del papel de las asociaciones de pacientes como elemento complementario a las prestaciones del Sistema Nacional de Salud, una medida que Laly Alcaide, directora de ConArtritis, ha calificado de “muy positiva”. “Nuestra experiencia con la enfermedad y la atención que prestamos a las personas y  a sus familiares nos proporciona información muy relevante sobre sus necesidades, no solo en el ámbito sanitario, sino también en áreas como las relaciones personales, vida laboral, ocio, áreas que son fundamentales para un abordaje integral de la enfermdad”, ha afirmado Alcaide.

Por su parte, Teresa Millán, directora de asuntos corporativos de Lilly España, ha recordado el compromiso de esta empresa farmacéutica innovadora con la sostenibilidad del sistema sanitario. “Con el informe SROI-AR, vemos cómo es viable implementar pequeños cambios para mejorar la salud de las personas con artritis reumatoide, que además resultan beneficiosos para toda la sociedad. Nuestra aspiración es que la artritis reumatoide no limite el día a día de los pacientes, y en este caso además de aumentar su calidad de vida, la perspectiva económica es favorable si consideramos la implementación de estas medidas”.

Sobre la metodología del Proyecto SROI-AR

El método SROI combina enfoques cualitativos, cuantitativos y financieros que permiten calcular el retorno o el valor social de las propuestas y demuestra la importancia de crear un diálogo formal entre los grupos de interés. Para el proyecto SROI-AR, se ha realizado un análisis prospectivo para evaluar el impacto clínico, asistencial, económico y social que tendría la implantación hipotética de 22 propuestas para la mejora del abordaje de la artritis reumatoide. Las medidas se han evaluado con un horizonte temporal de un año y, para su cálculo, se ha comparado el impacto o beneficio total que generarían respecto a la inversión requerida, con un resultado final que ofrece distintos tipos de retornos, entre los que se contemplan retornos tangibles e intangibles. En el análisis realizado por el Proyecto SROI-AR, el 21% de los retornos son tangibles mientras que el 79% se encuentra en el marco de los intangibles, es decir, un retorno en términos de calidad de vida y bienestar del paciente como consecuencia de la mejora de su estado físico y emocional.

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[i] Datos EPISER 2016