Aproximadamente la mitad de los pacientes con enfermedades reumáticas tiene algún tipo de discapacidad sexual, siendo los problemas más importantes el dolor, la fatiga o las dificultades de movilidad, pero también existen casos de falta de lubricación, impotencia, y otras molestias dependiendo de la patología. “Esta situación, unida a los conflictos emocionales asociados y a que se trata de un tema poco comentado en la consulta, hace que se convierta en un problema para la calidad de vida de los pacientes reumáticos”, según ha puesto de manifiesto Leticia León, Doctora en Psicología y profesora de la Universidad Camilo José Cela (Madrid), en el marco del 39º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Reumatología (SER), celebrado en Tenerife, donde ha estado presente la Coordinadora Nacional de Artritis.

En opinión de la especialista, “muchas de las patologías reumáticas tienen problemas, aunque son distintos en cada caso, por ejemplo, los pacientes con artrosis y artritis reumatoide, especialmente aquellos con prótesis, están más limitados en la movilidad. Además, las dificultades de estos pacientes pueden estar condicionadas por otras variables como la edad, la medicación, el estado físico, etcétera”.

Para evitar el dolor y la incomodidad, la doctora León recomienda que los pacientes busquen asesoramiento sobre las posturas más confortables, ayudándose de cojines o almohadas para apoyar determinadas zonas. Sólo hay algunas posiciones desaconsejadas si el paciente tiene una prótesis de cadera o rodilla. En cualquier caso, la especialista ha insistido en que “tener relaciones sexuales no tiene necesariamente que empeorar la situación del paciente; en ocasiones también pueden ayudar a aliviar el dolor. Por eso, lo importante es adaptarse a cada momento, y que la intensidad sea más suave”.

La importancia del ejercicio físico

A juicio de la experta, “es muy importante estar en buena forma, practicando algún tipo de ejercicio físico suave y realizar los ejercicios de Kegel (diseñados para fortalecer los músculos del suelo pélvico). Mantener los músculos tonificados y ejercitar las articulaciones ayuda a mejorar las relaciones sexuales de estos pacientes. A su vez, la actividad sexual también es un ejercicio físico que contribuye a la salud global”.

En los casos concretos de disfunción eréctil, “se puede recurrir a la toma de medicamentos y para los casos de problemas de sequedad vaginal se recomienda utilizar lubricantes base agua, terapia sustitutiva de estrógenos o crema de estrógenos”, ha indicado la Dra. León, también investigadora de la Unidad de Reumatología del Hospital Clínico Universitario San Carlos de Madrid. Asimismo es conveniente preparar el encuentro sexual para prevenir el dolor y el cansancio, así como planear la relación en el punto de mayor efecto de la medicación (o tomar algún analgésico). Tomar un baño caliente, un masaje relajante, ponerse calor unos minutos o realizar una serie de ejercicios de estiramiento antes de la relación también puede ayudar.

La comunicación es clave

Los especialistas deben advertir al paciente reumático que su vida sexual puede verse afectada, e integrarlo dentro de la normalidad. “Es importante transmitirle que se le intentará ayudar en la medida de lo posible y, en casos extremos, se le derivaría al especialista que correspondiera”. Asimismo, a su juicio, “los profesionales de la salud debemos tener estrategias para poder preguntar e informar debidamente a los pacientes acerca de sus problemas y sus dudas”.

Por otra parte, la relación del paciente con su pareja debe ser muy estrecha y comunicativa, ya que debe manifestarle sus dificultades para que ésta se pueda adaptar necesariamente con la finalidad de mantener una vida sexual gratificante para ambos.

A esto hay que sumarle que los pacientes reumáticos pueden mostrar una disminución de la autoestima e imagen corporal negativa, depresión, ansiedad y sensación de rechazo. De ahí, “la importancia de prestar atención a los adolescentes y jóvenes con enfermedad reumática, ya que se ha visto que reducen drásticamente su actividad sexual en la etapa adulta”, ha concluido la Dra. León.