«La relación con el médico es básica y la enfermedad se lleva mejor e incluso evoluciona de una manera más óptima cuanto más fluida es la comunicación médico-paciente», indica Antonio I. Torralba, presidente de ConArtritis.

Por sus efectos, características, tratamientos, etcétera, la artritis reumatoide afecta a la calidad de vida de las personas que la padecen. Según indica la la encuesta NarRAtive, promovida por la compañía biomédica Pfizer en 13 países entre los que está España, una de cada tres (34%)1 personas con artritis reumatoide (AR) asegura que ha tenido que parar su actividad laboral, cambiar de trabajo o renunciar a su puesto, como consecuencia de su enfermedad, mientras que el 42% reconoce no poder realizar muchas de sus actividades cotidianas2.

De la encuesta también se obtienen datos sobre la percepción de los españoles con artritis y cómo su relación con el especialista puede impactar en la evolución de la mismaya que tres de cada cuatro encuestados se siente satisfecho a grandes rasgos con la comunicación que mantiene con su médico/especialista. Sin embargo, la mayoría (casi el 88%4 de dichos encuestados considera que hay aspectos que se podrían mejorar porque un 73% asegura que no ha establecido unos objetivos de tratamiento con su médico5 y el 70% que no ha desarrollado un plan de gestión de su enfermedad6.

Otro de los problemas que parece que surgen entre médico-paciente es la confianza y la seguridad, porque  tres de cada cuatro personas con artritis reumatoide de nuestro país parecen no sentirse cómodos compartiendo sus preocupaciones y miedos con el especialista.  Algunas de las razones que podrían explicar este silencio son el miedo a convertirse en “pacientes difíciles” o que sus cuidados puedan verse afectados negativamente, según afirmaron el 41% de los encuestados7.

Antonio Ignacio Torralba, presidente  de la Coordinadora Nacional de Artritis (ConArtritis), destaca: “como toda enfermedad crónica, la artritis reumatoide tiene un impacto directo en la vida cotidiana de las personas por el hecho de convivir con una enfermedad que implica tener que seguir una medicación de por vida, y acudir con periodicidad al médico. La relación con el médico es básica en este sentido  y la enfermedad se lleva mejor e incluso evoluciona de una manera más óptima cuanto más fluida es la comunicación médico-paciente”, asegura.

Por ello, Torralba insiste en la necesidad de “ser capaz de contarle a nuestro médico lo que sentimos y experimentamos. Así, el profesional tendrá más información para explicar con claridad en qué consiste la enfermedad, qué tratamiento se va a seguir o cómo debe administrarse”.

 

Mejor control de la enfermedad

La relación que existe entre médico-paciente influye directamente en la percepción del tratamiento. Así en nuestro país, un 90% de las personas encuestadas que tienen una buena comunicación con el especialista se sienten satisfechos con el tratamiento, respecto al 71% que dice no compartir sus dudas con el médico8. Así, estos últimos están más preocupados por una posible pérdida de eficacia de su tratamiento (65% frente al 44%9 del que comparte sus inquietudes con el médico). Además, estos pacientes sienten que el tratamiento no se ajusta a su estilo de vida (33% frente al 11%10), que la posología es muy compleja (32% frente al 12%11) o incluso desearían conocer más opciones de tratamiento (63% frente al 46%12).

Como destaca Juan Alvarez,  “NarRAtive apunta a que una gestión óptima de la artritis reumatoide puede verse afectada si los pacientes no se sienten alentados a expresar sus objetivos, hacer preguntas y comunicar con precisión su nivel de satisfacción o la falta de la misma”. Y destaca: “el especialista debe conocer el estilo de vida de sus pacientes, sentimientos y percepciones para adecuar el tratamiento y medicación lo máximo posible al ritmo de vida de cada uno de ellos, para que de esta manera, se alcance una mayor aceptación de la enfermedad y adherencia por parte de los pacientes”.

Sobre la artritis reumatoide

Más de 23 millones de personas padecen AR en todo el mundo, siendo 205.766 (0.5%) las personas que conviven con esta enfermedad en España. Es una enfermedad crónica autoinmune e inflamatoria que normalmente afecta a las manos y pies del paciente, aunque cualquier articulación recubierta por membrana sinovial puede verse afectada. Provoca una variedad de síntomas en la persona incluyendo hinchazón y rigidez de las articulaciones afectadas. Esta enfermedad se puede desarrollar en cualquier momento durante la edad adulta de una persona pero, por lo general, los casos más comunes se producen en personas entre 40 y 70 años de edad.

  1. Pfizer Data on file. RA NarRAtive Patient Survey Banner 6 – Spain. Question 726. P13
  2. Pfizer Data on file. RA NarRAtive Patient Survey Banner 6 – Spain. Question 726. P13
  3. Data on file. Pfizer Inc, New York, NY. [RA NarRAtive Patient Survey. 2015.]
  4. Pfizer Data on file. RA NarRAtive Patient Survey Banner 6 – Spain. Question 727. P14
  5. Pfizer Data on file. RA NarRAtive Patient Survey Banner 6 – Spain. Question 818. P34
  6. Pfizer Data on file. RA NarRAtive Patient Survey Banner 6 – Spain. Question 840. P65
  7. Pfizer Data on file. RA NarRAtive Patient Survey Banner 6 – Spain. Question 831_5. P55
  8. Pfizer Data on file. RA NarRAtive Patient Survey Banner 6. Question 941_3. P110
  9. Pfizer Data on file. RA NarRAtive Patient Survey Banner 6. Question 941_1. P108
  10. Pfizer Data on file. RA NarRAtive Patient Survey Banner 6. Question 941_2. P109
  11. Pfizer Data on file. RA NarRAtive Patient Survey Banner 6. Question 941_5. P112

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