A pesar de que la espondilitis anquilosante puede afectar en España, hasta 864.000 personas, la enfermedad es una gran desconocida. En este artículo vamos a profundizar un poco más y de manera sencilla en esta patología.

  • La espondilitis anquilosante es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta principalmente a la columna vertebral, causando dolor y rigidez.
  • El manejo adecuado de la EA, que incluye tratamiento médico y estrategias de autocuidado, es fundamental para mantener una buena calidad de vida.

La espondilitis anquilosante (EA) es una enfermedad reumática crónica que provoca inflamación en las articulaciones de la columna vertebral y las sacroilíacas, pudiendo afectar también a otras articulaciones y entesis (sitios donde los tendones y ligamentos se unen al hueso). Con el tiempo, esta inflamación puede conducir a la fusión de las vértebras, resultando en una columna rígida y pérdida de flexibilidad.

Características clínicas de la espondilitis anquilosante

Los síntomas iniciales suelen incluir dolor y rigidez en la parte baja de la espalda y las caderas, especialmente por la mañana o después de periodos de inactividad.

A medida que la enfermedad progresa, el dolor puede extenderse a lo largo de la columna vertebral y a otras áreas, como hombros, caderas y talones. Además, pueden presentarse manifestaciones extraarticulares, como uveítis (inflamación ocular), psoriasis y enfermedades inflamatorias intestinales.

Prevalencia y distribución por género

La EA afecta aproximadamente a 2 personas de cada 1.000 en España. Es más común en hombres que en mujeres, con una proporción de 3 a 5 hombres afectados por cada mujer. La enfermedad suele manifestarse entre los 15 y 30 años.

Impacto en la calidad de vida

La EA puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de quienes la padecen. El dolor crónico y la rigidez pueden dificultar la realización de actividades cotidianas, afectar el rendimiento laboral y limitar la participación en actividades sociales y recreativas. Además, la enfermedad puede asociarse con problemas de salud mental, como ansiedad y depresión, debido a las limitaciones físicas y al impacto en la vida diaria.

Principales preocupaciones de las personas con espondilitis anquilosante

Según conversaciones en redes sociales en España, las tres principales preocupaciones de las personas con EA son:

  1. Retraso en el diagnóstico: Muchos pacientes experimentan una demora significativa desde la aparición de los primeros síntomas hasta la obtención de un diagnóstico definitivo, lo que retrasa el inicio del tratamiento adecuado.
  2. Impacto en la salud mental: La convivencia con el dolor crónico y las limitaciones físicas puede conducir a sentimientos de ansiedad, depresión y aislamiento social.
  3. Limitaciones en la vida cotidiana: Las restricciones físicas impuestas por la EA afectan la capacidad para trabajar, practicar deportes y mantener una vida social activa.

Tratamientos disponibles

El tratamiento de la EA se centra en aliviar los síntomas, mantener la movilidad y prevenir deformidades. Las opciones terapéuticas incluyen:

  • Antiinflamatorios no esteroideos (AINEs): Son la primera línea de tratamiento y ayudan a reducir el dolor y la inflamación.
  • Fármacos modificadores de la enfermedad (FAMEs): Como la sulfasalazina, se utilizan en casos con afectación periférica.
  • Terapias biológicas: Inhibidores del factor de necrosis tumoral (TNF) y otros biológicos se emplean en pacientes que no responden a tratamientos convencionales.
  • Fisioterapia y ejercicio: Programas de ejercicios específicos ayudan a mantener la flexibilidad, mejorar la postura y fortalecer los músculos.

Recomendaciones para mejorar la calidad de vida

Las personas con EA pueden adoptar diversas estrategias para manejar la enfermedad y mejorar su bienestar:

  • Educación sobre la enfermedad: Comprender la EA permite tomar decisiones informadas sobre el manejo de la misma.
  • Participación en grupos de apoyo: Compartir experiencias con otros pacientes puede ofrecer apoyo emocional y práctico.
  • Mantener una rutina de ejercicio regular: La actividad física adecuada es esencial para preservar la movilidad y reducir la rigidez.
  • Cuidar la salud mental: Buscar apoyo psicológico si es necesario y practicar técnicas de relajación puede ser beneficioso.

Proyecto SAIPAR de ConArtritis

ConArtritis ofrece el proyecto SAIPAR (Servicio de Apoyo Integral para Personas con Artritis y familiares), que brinda información, apoyo y recursos a quienes enfrentan estas condiciones. Este servicio puede ser de gran ayuda para quienes buscan orientación y acompañamiento en el manejo de la EA y otras enfermedades reumáticas.

Si necesitas hablar con alguien que realmente entienda tu situación, ponte en contacto con nosotros a través de saipar@conartritis.org o llamando al 91 535 21 41 / 644 00 77 18. No tienes que afrontar esto solo.

Referencias